Justin Bieber fue el chico adecuado, no importaba si este cantaba bien o no, era un chico guapo con la familia desintegrada, sin educación y que cantaba en las calles. Era la torta deseada para remplazar los gastados y poco obedientes “The Jonas Brother”.
Sin darse uno cuenta aparece un chico rubio cantando una canción de nulo valor, pero si era importante para los que estaban detrás, el chico era obediente, hacia símbolos satánico con sus manos y se marca su cuerpo con símbolos Iluminate (Iluminados de Satán) como el ojo que todo lo ve, el búho, las alas del sillón de satanás.
Todo un pastel que había que comer, firmo el pacto Iluminate y su carrera despego en el mundo entero con canciones mediocres y una vos trivial. Pero Justin obedecía, siempre mostrar su torso desnudo para que sus fan vieran sus símbolos satánicos, esto aseguraba que este era un MK-Ultra (Posesión mental a través de un programa diseñado por la CIA).
Pero, de repente todo cambio, detiene su gira mundial y se aferró a una iglesia cristiana, lo que mostro que puede que se desconectó y se alejó de todo lo artístico, sin hablar absolutamente nada. Lo que no sabe Justin, que no puede volver, de lo contrario le pasara mismo que Michael Jackson y el pacto con satanás no termina jamás.
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