Bayer se ha convertido en una híper bacteria, que los seres humanos decentes que viven en este mundo debe resolver que hacer con ella.
El gigante agrícola Monsanto es un asesino en serie. Desde que comenzaron a desarrollar el herbicida carcinogénico basado en glifosato 'Roundup' en la década de 1970 y las semillas de OGM en la década de 1980, millones de personas en todo el mundo han muerto como resultado directo de sus productos tóxicos.
Luego de una avalancha de demandas y críticas de los líderes mundiales, el gigante agrícola decidió cambiar silenciosamente su nombre en un intento de engañar a los consumidores para que crean que ya no están expuestos a sus productos peligrosos.
El jueves, la compañía farmacéutica y química alemana Bayer finalizó su acuerdo de $ 66 mil millones para adquirir Monsanto y cambiar su marca (solo por nombre).
En un comunicado el lunes, Bayer dijo que planeaba dejar el título de 117 años de Monsanto y que, en adelante, se conocería solo como Bayer.
"Bayer seguirá siendo el nombre de la empresa. Monsanto ya no será un nombre de la compañía", dijo Bayer. "Los productos adquiridos conservarán sus marcas y se convertirán en parte de la cartera de Bayer".
La caída del nombre parece ser parte de un movimiento estratégico orientado a distanciar al nuevo monstruo de la publicidad negativa que rodea a Monsanto y los organismos genéticamente modificados.
Anunciado por primera vez en septiembre de 2016 como parte de un movimiento diseñado para impulsar la investigación y la innovación agrícola, la fusión será la adquisición más grande en la historia de Bayer y el doble del tamaño de su negocio agrícola.
Distanciarse de la etiqueta de Monsanto
No se puede pronunciar el nombre de Monsanto en público y no encontrarse con al menos un hedor. Durante décadas, la compañía se ha encontrado con la indignación pública y el disgusto relacionados con su historia de tratos controvertidos con los agricultores y su destacado papel en la popularización de OGM. Esta primavera, Monsanto consiguió un lugar en una lista bien conocida de las 20 compañías más odiadas en Estados Unidos.
La decisión de terminar con el apodo de Monsanto, no es una gran sorpresa.
En una llamada al periodista Liam Condon, dijo que el lunes el jefe de la división de ciencia de cultivos de Bayer, dijo que Monsanto "en realidad consideró cambiar su nombre" al mismo tiempo, pero eligió "no hacerlo, aparentemente por razones de costos".
Aún así, Condon dijo, "fue un problema durante algún tiempo para la gerencia de Monsanto... intentar mejorar la marca Monsanto".
"Estamos extremadamente orgullosos de todo lo que hemos logrado como Monsanto y estamos ansiosos por continuar acelerando la innovación en la agricultura, mientras esperamos un futuro bajo Bayer", dijo Christi Dixon, líder de relaciones públicas de Monsanto, en un comunicado de la empresa. Agregando que, mientras tanto, Monsanto opera independientemente de Bayer, "será un negocio como siempre para nosotros, incluido el nombre de nuestra compañía".
Monsanto también se está moviendo para invertir más en herramientas avanzadas para la edición genética, un proceso que puede capitalizarse con fines agrícolas para producir productos más baratos pero de mayor calidad. Muchas empresas se están alejando de modificar el ADN de los cultivos con OGM y otros métodos crudos de modificación genética a favor de técnicas más precisas como Crispr.
En marzo, Monsanto compro en $ 125 millones la startup de generación de genes Pairwise, una compañía cuyo fundador, Haven Baker, le dijo a Business Insider que pretendía traer la primera fruta ajustada con Crispr a las estanterías de los supermercados, un desarrollo que espero de cinco a 10 años. Tom Adams, quien fue vicepresidente de biotecnología global de Monsanto, se fue para convertirse en el CEO de Pairwise esta primavera.